RELATO 2
El hombre iba caminando lento hacia un galpón de chapa y madera. Lentamente, casi arrastrando los pies. Su mirada perdida en la nada. Llevaba un banco en su mano derecha. Entró.Estaba semivacío, con bolsas de arpilleras con semillas para la próxima siembra.
El hombre recorrió con la vista el lugar, ausente de todo. Encontró una soga de tiento y la tomó. Se dirigió al centro del galpón, puso el banco que traía en el suelo, subió a él, paso la soga sobre un tirante, la ató fuertemente.
Luego, enrollo el otro extremo de la soga sobre su cuello, hasta que la soga estuviera tensa. Algunas moscas revoloteaban en el aire. Pasó un tiempo interminable, y el hombre pateó el banco y quedo colgado. En unos segundos ya estaba inmóvil.
Tres de las moscas que revoloteaban, se posaron en la soga quieta. En ese momento se abrió la puerta del galpón. Una mujer de mediana edad, que vio el cuadro que se presentaba ante ella, abrió grande los ojos, emitió un alarido, dio media vuelta y salió corriendo.
Corriendo también volvió en unos minutos. Traía algo en la mano. Entro como una tromba, se dirigió adonde el hombre colgado, levanto el recipiente de insectida que llevaba en la mano, y acto seguido dirigió el chorro del producto hacia la soga.
Las moscas de la soga,. con el revuelo, salieron urgentemente por la ventana, y se fueron a tomar aire puro.