Caminaba lenta y despreocupadamente por la vereda. Mientras lo hacía evocaba su pasado. Nada rimbombante, nada espectacular, como el común de los mortales.
Alguna imagen de ese pasado lo alegraba. El secundario. Alguno de sus compañeros que luego fueron amigos por años, y otros se perdieron en la vida. Su compañero de banco, compinche de algunas correrías y cómplice para las faltas. Que no... Continuar leyendo